25.8.09

Llegada a Karisma

Notamos que habíamos llegado a la dirección indicada porque en la puerta del edificio había un cartel confeccionado en hoja A4 que decía “Karisma 2° piso”
En la puerta del edificio se encontraba una mujer de unos 40 años, quien nos comentó que estaba esperando que su hijo saliera de una sesión de fotos en la agencia. Le preguntamos si tuvo que pagar para que él se incorpore al staff y respondió que abonó 70 pesos.
Subimos las escaleras hasta el segundo piso y al llegar lo primero que vimos fue que la sala de espera estaba repleta de gente de diversas edades, entre los 2 y los 45 años.
Nos acercamos al mostrador, en donde nos anunciamos con el código que nos habían dado y una recepcionista nos hizo completar una planilla con datos personales y experiencia en el rubro artístico. Además, nos dieron un folleto titulado “¡Algunas sugerencias!” para leer mientras esperáramos, entre las cuales se encontraba la siguiente:

“Que (las agencias o empresas) te muestren las producciones en las que han participado y/o algún resumen anual de sus colocaciones, como así también alguna documentación que certifique su alcance a los medios.”

Sentadas en el piso, ya que todos los asientos estaban ocupados, observamos que una de las paredes de la sala de espera estaba decorada con fotos de Pablo Simone junto a diferentes figuras de los medios, entre ellas Gerardo Sofovich, Nicolas Repetto, Silvina Luna y Sebastián Wainraich. La exposición de estas fotografías pretendía certificar una participación real de Karisma en los medios. El hecho de acudir a mostrar este tipo de fotos (que nos hicieron recordar inevitablemente al mágico photoshop), nos mostró una evidente necesidad por parte de la empresa de construir credibilidad, utilizando figuras reconocidas en los medios, que no necesariamente trabajaron con Simone.

Entrevista

Cuarenta fueron los minutos que aguardamos en la sala de espera hasta que una voz anunció nuestros nombres: al fin había llegado nuestro turno.
Hugo era uno de los tres empleados encargados de entrevistar a la gente. Morocho y de unos 25 años, procedió a darnos la bienvenida con otra advertencia que aumentó la sensación de “no aclares que oscurece” que habíamos comenzado a tener:

“Chicas, en primer lugar quiero decirles que este no es un casting sábana”.

Nuestro desconocimiento sobre dicha expresión nos llevó a preguntarle a Hugo qué significaba: “Es cuando una persona tiene que acostarse con alguien para conseguir un trabajo”, dijo mientras lanzaba una mirada cómplice a un chico que, desde un escritorio ubicado perpendicularmente al nuestro, no dejaba de atender el teléfono que sonaba todo el tiempo.

Hugo continuó explicándonos que teníamos dos caminos para elegir:
Uno era que simplemente nuestros datos personales básicos quedaran en una base de datos, opción que él mismo reconoció que era una pérdida de tiempo, debido a que al tener sólo un legajo sin fotografía íbamos a ser elegidas al azar. Pero advertimos que en esa misma ficha de datos básicos figuraba una dirección de e-mail de Karisma acompañada por una frase que decía “enviar fotos a esta dirección”. Cuando le objetamos dicho detalle, no hizo más que ponerse nervioso, balbucear algunas palabras y fortalecer nuestra idea acerca de que algo andaba mal.
El otro camino consistía en abonar un importe que, en nuestro caso, fue valuado en 45 pesos (recordemos que al hijo de la señora que esperaba en la puerta de Karisma le cobraron 70 pesos) en términos de gastos administrativos, entre ellos una sesión de entre cuatro y seis fotos. Todo esto “para tener más posibilidades de ser elegido”, ya que ellos nos armarían un currículum artístico, el cual en teoría sería distribuido en las “54 productoras con las que trabaja la empresa, entre ellas Endemol e Ideas del Sur.”

“Mirá, nosotros no trabajamos ni con Karisma ni con ninguna castinera en particular. Cuando necesitamos gente, abrimos nuestra propia convocatoria que sale en la tele, en los diarios o en algún medio. A lo sumo nos contactamos con personas con las cuales ya trabajamos”,
desmintió Patricia Vergara, la responsable de producción periodística de Showmatch, de Ideas del Sur.
Por otra parte, Mariela Suárez del departamento de prensa de Endemol también negó que su productora trabajara con la agencia de Pablo Simone.

Semanas más tarde volvimos a comunicarnos con Karisma para conocer cuáles eran las 52 productoras restantes con las que trabajaban. En la entrevista que habíamos tenido Hugo comentó que desconocía esa información y que lo consultáramos con el área de marketing.
Contestó a nuestro llamado una mujer que no supo responder a nuestra consulta y nos comunicó con otra persona. Mientras estábamos en espera, escuchamos con claridad una voz cercana al teléfono que decía: “hacete cargo vos que estás hace más tiempo que yo”. Finalmente nos atendió otro empleado llamado Jorge. Nos escuchó y habló con amabilidad, dijo varias cosas pero ninguna respondía a nuestra pregunta y nos propuso hablar con alguien de marketing. Luego de haber esperado varios minutos en línea contestó nuevamente Jorge informando que nadie podía atendernos, pero que de todas formas esa información que requeríamos era confidencial.

Cursos

Otro de los beneficios que ofrece Karisma a quienes abonan el monto que padece de metamorfosis, es la posibilidad de participar de cursos de teatro.

- ¿En dónde son los cursos?
- Acá
- ¿En este mismo piso? Pero si no hay lugar…
- “Quedate tranquila que acá se despliega todo”

Pero nuestros ojos no opinaban lo mismo, ni tampoco el plano publicado en la sala de espera que cumplía la función de “Plan de evacuación”, el cual mostraba claramente que el inmueble consta de dos salas de reuniones (ambas llenas de escritorios), una sala de máquinas, un despacho, dos baños y el hall/sala de espera.


La única posibilidad que quedaba era que esta empresa tuviera una tecnología tan avanzada como la taberna de Moe en el capítulo “La Ley Seca” de Los Simpsons, en donde el sólo accionar una palanca cambiaba en pocos segundos las instalaciones.

Telenoche investiga

Otras de las sugerencias del folleto que obtuvimos en la recepción decía:

“Antecedentes. Algo muy importante es determinar lo que esa agencia o empresa ha logrado en los últimos tiempos”.
“Hay agencias o empresas ‘golondrina’ que sólo perduran unos pocos meses y deben cerrar o emigrar a otra dirección.”


La estrategia de esconder algo importante en un lugar evidente fue inaugurada por el protagonista del cuento “La carta robada” de Edgar Allan Poe y continuada por el autor de los cuentos “Fashion time” y “Karisma”: Pablo Marcelo Simone.

En el año 2001 el programa periodístico de Canal 13 “Telenoche investiga” puso al aire un informe que denunciaba la estafa de una agencia de modelos llamada “Fashion time” (Llan Pol Meyer Group), la cual luego de dicha denuncia se disolvió. Esta agencia se encontraba ubicada en la calle Rivadavia 2890, piso 8, oficina 707 y uno de sus empleados era Pablo Marcelo Simone, quien luego del cierre de “Fashion time” creó junto a su padre la empresa “Karisma Casting Scouting”, donde continuó con la misma política de trabajo: la venta de ilusiones.


Comprobante

“Solicita que te entreguen algo por escrito donde conste el tipo de servicio que te van a brindar”

Si una persona accede a abonar para formar parte de Karisma, le ofrecen una copia de una especie de contrato en el que, entre otras cosas, se comprometen a no generar expectativas. Tal vez a eso se refiere esta advertencia al decir “algo por escrito”. Pero tal vez debería referirse a que si una persona abona por un servicio, debe recibir un comprobante legal a cambio en el que “conste el tipo de servicio” que se le va a brindar. Pero a cambio del dinero, Karisma ofrece un recibo diseñado y fotocopiado por ellos mismos.

Garantía

“Ustedes son blancas y rubias”, fue uno de los elogios recibidos por Hugo, quien nos quería hacer sentir únicas e indispensables para dicho trabajo. Pero parecía que los halagos no le bastaban ya que recurrió a defenestrar por la apariencia a algunas personas que ya estaban inscriptas en la agencia. Con una carpeta con que contenía fotografías del staf, señaló a un par de personas de tez morena y dijo: “¿no vieron a las estatuas de chocolate que están paradas en la plaza de once?” para ratificar una vez más que nosotras teníamos mayor posibilidad de ser seleccionadas. La entrevista se volvió en ese instante insoportable. Queríamos irnos ya mismo.

- ¿Qué probabilidades existen de que nosotras quedemos seleccionadas?
- Algunas se creen que son Celeste Cid, y el hecho de que ella viva a dos cuadras de acá no significa que van a tener un trabajo ya. Hay que tener paciencia, mirá que número tengo yo
(tenía un carnet con el número siete mil y pico).
- Y si entonces vos sos el siete mil y pico y ese número de “afiliados” asciende día a día, aunque Cris Morena necesite muchos extras, ¿qué posibilidad tengo yo de que me elijan a mí habiendo tanta gente disponible?”
- Tenés que entrar al blog y fijarte si quedaste.

Cuando llegó el momento de decidir si aceptábamos formar parte de la agencia, le dijimos que no contábamos con el dinero y que podíamos acercárselo la semana entrante, a lo cual Hugo nos respondió: “tiene que ser mañana o pasado mas tardar, ¿no llegan a juntar aunque sea para una?” Finalmente y para no perder dos nuevas víctimas nos extendió el plazo solo unos días más, pese a que la agencia incorpora gente en todo momento.
Nunca regresamos.

Blog

“Averiguá si la empresa tiene algún blog o página web donde consten los antecedentes actualizados de sus trabajos”.

Karisma posee un blog (de blogspot.com) en Internet (www.karisma-cs.blogspot.com) en donde publica los principales castings a donde fue enviado su elenco con las fotos de las personas que fueron preseleccionadas para diversas publicidades. Pero aparecen muy pocas personas seleccionadas, entre las cuales pudimos encontrar a una persona que participó en una publicidad de Renault y se enteró que su foto aparecía en el blog cuando nos contactamos con él. Su asombro al verse en la página web de Karisma se acrecentó cuando notó que la suma publicada allí era mayor que la que realmente obtuvo.

Nos contactamos con él y nos contó su experiencia con Karisma:
“Soy una persona que lucha por lo que quiere, por eso uno de mis objetivos es hacer lo posible para trabajar de lo que estudié y que es mi vocación: la actuación. Así es como caí en Karisma”. Cuando le dijeron que tenía que abonar una suma de $20 se negó, pero terminó negociando con la persona que lo atendió, quien le ofreció un trabajito de extra que estaba a punto de salir para que luego con el pago de ese trabajo el abonara los gastos de la administración. Y así fue. Hasta hoy sigue manteniendo contacto con una persona de la empresa a quien llama cada tanto para consultar si hay trabajo, pero sin obtener una respuesta positiva desde hace varios meses.
Esta persona dice estar en desacuerdo con las agencias que “se abusan de la gente sacándole dinero para trámites que no lo requieren y prometiéndole un camino rápido a la fama”,
Considera que el “speach” que tienen dichas agencias es muy feo porque le vende a la gente una ilusión y si pudiera hacer algo para acabar con esto lo haría. Pero no deja de reconocer que a él le sirvió en cierto momento de su carrera.

Elencos y elenquitos

Nos pusimos en contacto con el encargado de otra agencia de talentos para comparar la metodología de trabajo y ver cuales son las principales diferencias entre Karisma y una agencia de buena reputación.
Esta agencia, ubicada en Juan María Gutierrez 3821, Palermo, se llama Elencos y elenquitos. La persona que nos abrió sus puertas fue Leandro Portolesi, Director de scouting.
Leandro lleva 20 años de experiencia y asegura que “nunca se puede conformar a todo el mundo, pero si hay algo que indica que una agencia es trucha es que te cobren”.
Y con respecto a la garantía de obtener trabajo por medio de una agencia aseguró: “La promesa en una entrevista es una locura”.
Leandro nos explicó que para realizar un comercial, las agencias de publicidad trabajan con productoras, las cuales pueden optar por hacer el trabajo de selección de actores por su cuenta o bien contratar a una castinera. Esta realiza el casting y convoca a una agencia de representación.
Ahora las agencias grandes nos complementamos y nos unimos para combatir esto de las agencias truchas”. De esta unión nació la Cámara de Representantes de Actores y Modelos de la Argentina (CRAMA), conformada por varios dueños de agencias que se consideran que trabajan dentro de los parámetros correctos. CRAMA intenta regular el funcionamiento de las agencias, ya que en nuestro país no existe un marco legal sobre el cual basarse. “Por ejemplo, el porcentaje por actor que se queda una agencia de representación es del 25%, pero no hay nada legal que indique que esto debe ser así, entonces puede ocurrir que las agencias que son truchas cobren por ahí el 30%, el 40% o el 50%”.

No existen leyes que administren el funcionamiento del mercado de agencias de representación. Para indagar un poco más acerca de ello, consultamos a Pedro Busetti, titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (DE.U.CO). Señaló que la operatoria que utilizan en Karisma es deleznable, pero no ilegal debido a que no hay marco legal que regule este ámbito e informó no haber recibido ninguna denuncia contra la agencia. La representante legal del Sindicato Unico de Trabajadores del Espectáculo Público (SUTEP) brindó básicamente las mismas afirmaciones.

En busca de un descargo

Luego de varios intentos logramos conversar con Eduardo Simone, quien afirmó que trabajó en la agencia Fashion Time al igual que su hijo Pablo Simone. Reconoció que dicha agencia funcionaba de forma irregular; pero sostuvo que ninguno de ellos estaba de acuerdo con esto. “Pablo conoció un poco lo que es el mercado de salida laboral, los clientes, las castineras, las productoras. Pero ninguno de los dos estábamos de acuerdo con la forma de operar de la agencia”, dijo.
Con respecto a los logros de Karisma, Eduardo Simone aseguró: “Nosotros tenemos miles de personas que hemos enviado a castings y notas de pedido de castineras y productoras. Cientos y cientos de notas en estos tres años. Es más, nosotros empezamos a operar incluso antes de abrir oficina a la calle. Empezamos a operar directamente en internet con productoras y castineras. Teníamos un elenco hecho con gente que nos enviaba su curriculum por internet y lo colocábamos telefónicamente. Así que cuando abrimos acá ya teníamos antecedentes de gente que había sido colocada en producciones artísticas… Una vez que vos vengas a acá te voy a dar información más precisa que imaginarás que por teléfono no quiero dártela sino que quiero conocerte primero… Tenemos colocada mucha gente que hizo protagónicos, que son casos con caché muy importante.”
Quedó en contactarse con nosotros para concertar una entrevista personal con la cual poder documentar la seriedad de su empresa, sin embargo nunca volvió a comunicarse ni atendió las llamadas realizadas por el equipo.

La investigación ha apuntado a sostener la irregularidad con la que trabaja la agencia Karisma que deja al descubierto un engaño: la promesa de la fama asegurada a cambio de 70, 40, 20 pesos… o lo que tengas.