“Ustedes son blancas y rubias”, fue uno de los elogios recibidos por Hugo, quien nos quería hacer sentir únicas e indispensables para dicho trabajo. Pero parecía que los halagos no le bastaban ya que recurrió a defenestrar por la apariencia a algunas personas que ya estaban inscriptas en la agencia. Con una carpeta con que contenía fotografías del staf, señaló a un par de personas de tez morena y dijo: “¿no vieron a las estatuas de chocolate que están paradas en la plaza de once?” para ratificar una vez más que nosotras teníamos mayor posibilidad de ser seleccionadas. La entrevista se volvió en ese instante insoportable. Queríamos irnos ya mismo.
- ¿Qué probabilidades existen de que nosotras quedemos seleccionadas?
- Algunas se creen que son Celeste Cid, y el hecho de que ella viva a dos cuadras de acá no significa que van a tener un trabajo ya. Hay que tener paciencia, mirá que número tengo yo (tenía un carnet con el número siete mil y pico).
- Y si entonces vos sos el siete mil y pico y ese número de “afiliados” asciende día a día, aunque Cris Morena necesite muchos extras, ¿qué posibilidad tengo yo de que me elijan a mí habiendo tanta gente disponible?”
- Tenés que entrar al blog y fijarte si quedaste.
Cuando llegó el momento de decidir si aceptábamos formar parte de la agencia, le dijimos que no contábamos con el dinero y que podíamos acercárselo la semana entrante, a lo cual Hugo nos respondió: “tiene que ser mañana o pasado mas tardar, ¿no llegan a juntar aunque sea para una?” Finalmente y para no perder dos nuevas víctimas nos extendió el plazo solo unos días más, pese a que la agencia incorpora gente en todo momento.
Nunca regresamos.
25.8.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario